Habrá que esperar todavía hasta la próxima semana hasta conocer la resolución del Comité de Disciplina de la RFEF al lanzamiento de la botella que el jueves por la noche impactó en el colegiado Alejandro Quintero González al concluir el RCD Espanyol 1-2 Villarreal en el RCDE Stadium. 

Incidente que el colegiado recogió así en el acta arbitral: «Una vez finalizado el partido, encontrándonos en la entrada al túnel de vestuarios, se produce un lanzamiento de un vaso de plástico de tamaño medio y lleno de líquido hacia mi persona, impactando en mi pecho con fuerza. Dicho objeto fue arrojado por un aficionado que portaba una camiseta del club local desde encima del túnel. Ante esto, solicité la identificación del individuo por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad, resultando positiva conforme me comunica el coordinador de seguridad. Una vez en el vestuario, fui evaluado por los servicios médicos del club local, a lo que valoran que no existe lesión aparente».

Como ya explicamos ayer en MD, el órgano disciplinario se ampara en el artículo 15 del Código Disciplinario sobre la responsabilidad de los clubes y donde considera como hecho reseñable que «se menoscabe o ponga en peligro la integridad física de los árbitros/as…». A la hora de determinar la gravedad tiene en cuenta circunstancias » como la producción o no de lesiones; la apreciación de riesgo notorio de haberse podido originar» y como factores determinantes de la gravedad, «la actitud pasiva o negligente del club organizador o su falta de presteza para identificar y poner a disposición de la autoridad competente a los/las protagonistas de los incidentes «.

Por último, y al tratarse de ser agredido el colegiado «precisando por ello asistencia médica, el ofendido/a deberá remitir el correspondiente parte facultativo.” Circunstancias que se dieron el jueves. Por un lado, el Espanyol identificó al autor del lanzamiento. Se trata de un ex socio de unos 40 años que ya se ha puesto con el club para que trasladen sus disculpas a Quintero González. Además de que el colegiado no sufrió consecuencias lesivas.

Desde el órgano disciplinario están trabajando para tener toda la información al respecto y poder resolver en la próxima reunión prevista inicialmente para el miércoles 2 de octubre de la próxima semana. Además no será hasta el próximo sábado 5 cuando vuelvan a jugar en casa, ante el Mallorca.

Como recoge la resolución disciplinaria de este viernes:

Vista el acta arbitral y demás documentos correspondientes al partido de la jornada 7 del Campeonato Nacional de Liga de Primera División, disputado el día 26 de septiembre de 2024 entre el RCD Espanyol y el Villarreal CF, procede: 

1. Requerir al primero de los citados clubes para que, en un plazo de dos días, manifieste lo que a su derecho convenga sobre la base de las alegaciones formuladas y, en su caso, aporte las pruebas que considere pertinente

2. Solicitar a la Oficina Nacional de Deportes la remisión del Acta de Partido suscrita por el Coordinador de Seguridad del citado encuentro».

Varios son los escenarios que pueden darse. El peor pasa por un cierre total del campo por un encuentro y una multa de entre 18.000 a 90.000 euros. Escenario que parece complicado dado que el lanzador está identificado, y además ha pedido disculpas al club y al propio árbitro; y fue en esta zona tan concreta. Además de la ausencia de lesiones, como ya exponemos líneas atrás, al árbitro.

La segunda pasa por considerarlo grave con el cierre parcial de la zona desde donde se produjo el lanzamiento además de una multa que podría llegar hasta los 6.000 euros. Y por otro, y la más que probable considerando todos los elementos, es que sea multado el club perico en en torno a esta cantidad pero que no haya clausura sino un apercibimiento de cierre que se ejecutaría en caso de reincidencia durante la presente temporada.

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Dos partidos al segundo de Manolo

Además, ha sancionado con dos partidos al segundo entrenador Gerard Garrido «Garrido» por sus protestas al colegiado. El ayudante de Manolo González fue expulsado en el minuto 93 del encuentro, tal y como recoge el acta arbitral, «por salir del área gritando y gesticulando, protestando una de mis decisiones».