Aunque los equipos siguen trabajando en la integración de los nuevos y la asimilación de sistemas, los ensayos se han acabado. Desde hoy, los seis clubs catalanes de la ACB pondrán en juego su potencial en pos del primer título oficial de la temporada, la Lliga Catalana, que llega con interesantes novedades.

Con el ascenso del Hiopos Lleida a la máxima categoría, la Federació Catalana ha podido organizar un torneo con más partidos y un formato innovador. Los seis contendientes se integran en dos grupos de tres con dos partidos (uno de cada grupo) por jornada en la sede única elegida, el Palau d’Esports Catalunya de Tarragona, desde hoy miércoles hasta el viernes. Los dos primeros equipos de cada grupo acceden a la final que tendrá lugar el domingo.

La organización espera buena afluencia de público, tanto local como procedente de cada una de las sedes de los equipos, y prácticamente doblará el aforo del Palau d’Esports, hasta las 3.814 localidades, tras la instalación de unas gradas supletorias con capacidad para 1.500 espectadores.

El Barça parte con el cartel de favorito para revalidar un título que ha ganado en 24 ocasiones, las dos últimas de forma consecutiva. Los azulgrana, que no se estrenan hasta el jueves en el partido contra el MoraBanc Andorra dentro del grupo 1, llegan con nuevo técnico, Joan Peñarroya, y cinco refuerzos respecto a la pasada temporada (Kevin Punter, Juan Núñez, Justin Anderson, Chimezie Metu y Youssoufa Fall). El entrenador de Terrassa está pendiente de recuperar a Jan Vesely, que ha pasado los últimos días de baja recuperándose de una operación de apendicitis.

Los otros candidatos principales a disputar la final son BAXI Manresa y Joventut de Badalona, encuadrados en el grupo 2. La Penya no gana la Lliga Catalana desde 2008 y buscará en esta edición su título número 12 en un intento de consolidar rápido su nuevo proyecto con Dani Miret al frente y con seis nuevos fichajes.

Los verdinegros se miden en su estreno hoy (20:30 horas) al Manresa, precisamente, con las dudas de Ante Tomic, que no ha podido entrenarse los últimos días por un proceso vírico, y Miguel Allen, que se está recuperando de unas molestias musculares.

“Todavía nos estamos conociendo pero esto no es excusa para dar el máximo esfuerzo”, dijo el técnico Dani Miret. “Estamos muy contentos de lo competitivo pero ahora nos hacemos un planteamiento de la Lliga Catalana donde, en cuanto a capacidades, veremos cosas nuevas porque es un título”.

El Manresa también está gestionando problemas físicos en algunos efectivos pero su técnico, Diego Ocampo, confía en dar un gran nivel. “Nosotros llegamos muy bien y estoy feliz por ello, pero el resto de equipos participantes también llegan en un estado óptimo”, dijo el entrenador gallego ayer.

Previamente a este encuentro se disputará, a las 12:30 en el mismo escenario, el que abrirá fuego en la competición, entre MoraBanc Andorra y Bàsquet Girona. Los de Katsikaris llegan con tres victorias en cuatro partidos, incluida una en la gira por China contra el Barça (72-64). El técnico del equipo ve a sus hombres “mentalmente” preparados pero avisa de que el rival es “un equipo muy ofensivo, muy vertical y muy explosivo”.

Idéntico balance (3-1) presenta en sus ensayos el MoraBanc Andorra. “Ahora ya se empieza a mirar más el resultado final y el hecho de ser competitivos”, indicó ayer el entrenador Natxo Lezkano. Los del Principado llegan con las dudas del base Rafa Luz y del escolta Kyle Kuric, que sigue con su proceso de recuperación de las molestias a la fascia plantar.

Lee también