El Manchester City ha acusado a la Premier League de haber engañado al resto de clubs sobre la resolución, anuncia este lunes, de la demanda sobre la normativa de empresas asociadas (APT).

Tanto la Premier como el City se proclamaron ganadores de la demanda, con el club haciendo énfasis en las dos transacciones de Etihad y del banco de Abu Dabi que bloqueó la Premier de forma injusta y que incumple la ley de competencia del Reino Unido. Por contra, el organismo que rige el campeonato inglés asegura que se desestimaron «la mayoría de acusaciones del City».

Los abogados del City hablan de «incorrecciones»

Uno de los abogados del City, Simon Cliff, envió un correo a los 19 clubs de la Premier informándoles de varias «incorrecciones» en el sumario presentado por la propia Premier.

«Desafortunadamente, el sumario es incorrecto y contiene muchas imprecisiones. Una de las más importantes es que la Premier sugiere que las nuevas reglas de APT se aprobarán en los próximos diez días. Cuando la Premier nos consultó sobre las reglas originales de APT, dijimos que el proceso fue acelerado y malpensado y por ello resultaron en unas reglas anticompetitivas. El veredicto ha validado esas preocupaciones», dijo Cliff en el correo, al que ha tenido acceso Sky Sports.

Según lo expuesto por el City, la Premier tiene razón en que no se han logrado todas las demandas que pretendía el club, pero que «no hace falta probar que las reglas de la APT son injustas» porque de ello ya se ha ocupado el tribunal, formado por tres jueces.

Cuándo reformar la normativa, motivo de discordia 

La intención de la Premier es renovar las reglas cuanto antes, mientras que el City aboga por no acelerar el proceso porque puede llevar a más problemas legales.

Estas reglas de patrocinios de empresas asociadas salió adelante en 2021 por la preocupación de que el Newcastle United, comprado por Arabia Saudí, podría incurrir en dopaje financiero al inflar sus patrocinios con empresas procedentes del mismo país.

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El City decidió denunciar estas normas este año, después de que la Premier retrasara la aprobación de dos acuerdos con la empresa Etihad y con el banco de Arabia Saudí.