Más de un año después de su despido en el Villarreal, Quique Setién pide que se le indemnice con el doble de lo que hubiera percibido si hubiera permanecido en el cargo hasta el 30 de junio de 2024 al entender el cántabro que su despido fue improcedente.

Y es ahí donde ‘choca’ con la directiva groguet que defiende que este sí fue procedente y que por tanto, solo debe abonarle lo que está estipulado en su contrato como tal.

Más sobre el Villarreal

El quid de la cuestión, según diversas fuentes del club amarillo, es que la directiva, apoyada por el vestuario de aquel entonces, defienden que el despido sí fue precedente debido a la mala pretemporada que el equipo realizó entonces y que Setién afirma que no fue así. 

De esta manera, el conflicto sigue encallado hasta que un juez de la razón a uno o a otro lado haciendo que Setién, al igual que con el Barcelona, tenga pleitos judiciales