Roger Grimau continúa algo molesto tras su paso por el Barça. El ex entrenador del conjunto azulgrana concedió una entrevista para La Vanguardia analizando nuevamente su etapa como técnico en el Palau. «El verano ha sido muy sanador«, reconoce al comenzar la charla. 

«Hay un desgaste mental fuerte, mayor que el que se experimenta como jugador», asumía el técnico. Roger Grimau admitió que tiene «una exigencia a unos niveles demasiado elevados». «Debía valorar las cosas buenas que logramos, que fueron varias, y recuperarme mentalmente«, mantiene en el inicio de la entrevista.

Roger Grimau dirigió al Barça en un total de 84 partidos sin conquistar ningún título en clave nacional -únicamente la Lliga Catalana-. «Vivimos en una sociedad en la que el éxito se mide solo por los títulos, y lo entiendo porque hablamos del Barça, pero creo que hubo momentos de la temporada en los que jugamos muy bien al baloncesto, logrando muchos puntos, defendiendo bien y sabiendo correr, con el Palau pasándoselo bien», admite el técnico de 46 años.

Pese a ello, los azulgrana no encontraron la regularidad necesaria para terminar llevándose los títulos que la afición esperaba. «No supimos dar continuidad a esos momentos o estar finos en los partidos clave. No vendo humo, nos faltó la guinda y fuimos por momentos un muy buen equipo«, declara Grimau.

«No quise montar ningún número porque prioricé el equipo y el Barça, no mi ego»

Roger GrimauEx entrenador del Barça

Grimau confirmó en los micrófonos de RAC1 y Catalunya Ràdio el incidente en el vestuario desvelado por ‘Bar Canaletes’ tras el partido de finales de diciembre contra el Mónaco sobre el enfado de Willy Hernangómez. «Nos faltó ir juntos todos los 10 meses de competición. Sin fugas. Siempre surgen problemas de vestuario«, explica. También incidió en el equipo cuando fue preguntado por su posible reacción a la polémica con Willy: «No quise montar ningún número porque prioricé el equipo y el Barça, no mi ego«.

Los vestuarios en la actualidad

«Esas cosas pasan, también situaciones con otros jugadores pero que no se saben. Nada que no suceda en cualquier vestuario a lo largo de una temporada. Pensé en el club, no en salvar mi culo. Los vestuarios de ahora son muy distintos. Me toca desaprender lo aprendido», señala el entrenador catalán.

Roger Grimau considera, además, que se le golpeó demasiado en su etapa en el Barça. «No me excuso, pero en este formato de competición esos resultados se dan. No son aceptables siendo el Barça, sobre todo con las gafas de culé puestas, pero son más normales de lo que parecen. Se me ha castigado demasiado por esos partidos», manifiesta.

Comparando el baloncesto actual al de cuando era jugador, Roger reconoce que «el de hoy es muy diferente a muchos niveles». «Yo era un jugador que pensaba en el equipo. Ojo, no hablo de falta de profesionalidad, mis jugadores estaban a muerte conmigo, con excepciones claro, hablo de otra percepción más intangible. Hay más egoísmo«, confiesa el técnico.

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Grimau, con «el gusanillo dentro»

Grimau habla alto y claro, además, sobre los mensajes que ha recibido de odio tras su paso por el Barça. «Nadie ha sufrido más de las derrotas del Barça que yo. La crítica negativa deja más poso que la positiva, aunque la haya y sea mayor. A veces les enviaban barbaridades a las cuentas de mi mujer y mis hijos. Es muy triste», determina.

«Mis jugadores estaban a muerte conmigo, con excepciones claro»

Roger GrimauEx entrenador del Barça

Por último, Roger Grimau volvía a reconocer que ha dado «el nivel técnico y táctico», pero que «el gusanillo está dentro». Admite que su relación con Laporta «ha sido buena, con los momentos típicos de estrés» aunque deja claro que su intención era continuar. «Yo quería seguir, pero me lo olía. No les iba a convencer. Soy muy del Barça y creo que mi sitio está allí«, concluye.