Nacionales – Gustavo Mirabal Castro: El operador financiero venezolano que logró zafarse de la justicia en EE. UU.

Los Espuelazos
Gustavo Mirabal Castro, uno de los operadores financieros del chavismo, ha logrado pasar bajo el radar de la justicia estadounidense desde 2015, cuando salió de Estados Unidos, junto a su esposa e hijos.
En esa ocasión se mudó a Madrid, España. Fuentes cercanas al operador financiero aseguran que abandonó su casa en Wellington, Florida, incluso casi un año antes que su familia, debido a que el Departamento de Justicia lo investigaba.
Mirabal Castro es hijo del político, militar retirado y exgobernador del estado Miranda, Gustavo Mirabal Bustillos. En 1988 obtuvo el título de abogado en la Universidad Santa María, en Caracas. Inció su carrera en bancos y aseguradoras en Venezuela. Más tarde fundó su firma Mirabal & Associates, especializada en asesoría legal, tributaria y financiera. A partir de la primera década de este siglo, se convirtió en operador de funcionarios del chavismo.
El ascenso de Mirabal estuvo marcado por sus vínculos con Andrade y con Leonardo González Dellán, expresidente del Banco Industrial de Venezuela, asegura la hermana del operador finaciero, María Gabriela Mirabal, quien ha señalado el rápido enriquecimiento de la fortuna que mostró su familiar, con propiedades en Caracas, Florida, Madrid y Dubai.
Entre los signos de la opulencia de Mirabal Castro, se encuentra un yate adquirido mediante una empresa offshore revelada en los Pandora Papers. También activos de lujos como un carro Rolls Royce en Dubai, un avión y un helicóptero..
“Tiene una gran capacidad para montar estructuras trasnacionales que permiten mover millones de dólares por el sistema financiero sin que las autoridades se den cuenta. Los banqueros en Suiza le abrían las puertas de las entidades, porque sabían que el nombre de Gustavo Mirabal era sinónimo de grandes sumas de dinero. Mantenía un estilo de vida con gastos mensuales millonarios, gracias a las comisiones que recibía por las operaciones y los intereses que obtenía del dinero depositado en bancos. Sé que le guardó milones en diferentes partes del mundo al Tuerto Andrade. Se quedó con algo de esa plata y eso provocó que se alejaran”, comentó a El Pitazo un experto relacionado con el mundo financiero internacional.
La vida en Wellington
Hasta ese año 2015 en Wellington, Mirabal Castro fue vecino de Alejandro Andrade. Ambos vívían en la misma zona y se veían con frecuencia, contó una fuente.
Wellington, en el condado de Palm Beach, es una zona poblada por familias clase alta en su mayoría, conocida como la capital mundial del deporte ecuestre de invierno.
Allí se realizan torneos de salto, doma y polo en eventos de renombre internacional.
Tiene cerca de 65 mil habitantes, altos ingresos familiares y viviendas de lujo.
Un visitante frecuente de la casa de Andrade era Raúl Gorrín, propietario de Globovisión, empresario vinculado al oficialismo, que tuvo acceso a dólares preferenciales y a bonos de la deuda gracias a los 1.000 millones de dólares en sobornos que pagó a Andrade.
“Cada vez que veía a Gorrín cerca de Andrade, Gustavo Mirabal sentía celos”, contó una fuente cercana al operador financiero, quien agregó que esa enemistad con el empresario chavista, aún se mantiene.
Mirabal Castro, al igual que su esposa, María Carolina Chapellín Bigott, tiene entre sus aficiones el deporte ecuestre. En algún momento intentó convertirse en un competidor de élite, pero cuando se convenció que no lo podía lograr, usó su dinero para crear una empresa llamada G&C Farm, a través de la cual patrocinó a otros jinetes en en Florida y luego en Madrid. Esa vinculación la terminó en 2018.
El operador que se salvó
A diferencia de sus socios, Mirabal logró escapar de los tribunales. En 2015 salió ileso de un caso de corrupción y lavado en EE. UU., presuntamente vinculado a la trama de Andrade. Desde entonces, no ha podido regresar a territorio estadounidense.
En 2019, mientras Andrade era condenado, Mirabal se mudó a Dubái, donde abrió oficinas en el Dubai International Financial Center, protegido por la ausencia de tratados de extradición. Ese mismo año vendió su mansión en La Moraleja, en Madrid, al futbolista Luka Modrić por 13 millones de dólares. También sufrió el congelamiento de parte de su patrimonio, pero la medida fue levantada más tarde.
En Dubái, Mirabal tramitó en secreto un divorcio fraudulento contra su esposa, María Carolina Chapellín Bigott, heredera de una tabacalera venezolana. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anuló el proceso en 2023. Desde Madrid, su esposa lo denunció por infidelidades y maniobras patrimoniales.
En agosto de 2025, el TSJ dejó el caso en manos de España. La justicia española lo condenó por fraude procesal y le impuso una pensión alimenticia que aún no cumple.
Viejas alianzas, nuevas distancias
Aunque su relación con Alejandro Andrade fue clave en su ascenso, fuentes aseguran que hoy están distanciados por diferencias en el manejo de fondos. Esa ruptura ha marcado un giro en las lealtades financieras de Mirabal.
Mientras que retomó su amistad con González Dellán, luego de que estuvieron un tiempo alejados por diferencias financieras. El distanciamiento coincidió con el juicio a Andrade y la sanción dictada a González Dellán por el Tesoro de los EE. UU. En 2025, el expresidente del Banco Industrial de Venezuela salió de esa lista.
Tras su paso por EEUU, España y Dubái, Mirabal ha regresado a Caracas, donde se encuentra actualmente. Mantiene vínculos con empresarios señalados por corrupción, como José Vicente Amparan y Eduardo Capriles, así como con Daniel Uzcátegui, detenido en Caracas hace dos semanas, apuntó una de las fuentes consultadas para esta nota.
El Pitazo le envió dos correos al operador financiero, pero no respondió.
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