Publicado:
19 nov 2024 06:16 GMT

«Cualquier otra propuesta es ‘hubris’ [arrogancia] para confortar y financiar sociólogos mal formados y deshonestos», aseveró el presidente de Argentina.

Para el presidente de Argentina, Javier Milei, lo que podría sacar a millones de personas de la pobreza no es una mayor intervención estatal, sino el capitalismo de libre empresa. Así lo afirmó en su discurso el lunes, el primer día de la cumbre del Grupo de los Veinte (G20).

En su intervención en la sesión consagrada a la lucha contra el hambre y la pobreza, el mandatario argentino criticó la intervención estatal en la economía y opinó que, «sea por malicia o ignorancia«, la mayoría de los Gobiernos modernos cree erróneamente que se puede combatir el hambre y la pobreza mediante la planificación centralizada de la economía, mientras que «la evidencia empírica demuestra lo contrario», expresó. 

«Cada vez que un Estado tuvo una presencia del 100 % en la economía, que no es más que una forma bonita de llamar a la esclavitud, el resultado fue el éxodo tanto de la población como del capital y millones de muertes, ya sea por hambre, frío o crimen», afirmó Milei. En este sentido, aseveró: «Lo único que funciona para sacar a miles de millones de la pobreza es el capitalismo de libre empresa». «Cualquier otra propuesta es ‘hubris’ [arrogancia] para confortar y financiar sociólogos mal formados y deshonestos», concluyó.

«Sumisión o rebeldía»

En cuanto al funcionamiento de instituciones de gobernanza global, Milei manifestó que sus actuales mecanismos no ofrecen «un canal de conversación entre semejantes», sino que proponen solo dos caminos: «sumisión o rebeldía«. En este sentido hizo hincapié en que entre las nuevas bases de la comunidad internacional debería encontrarse «la cooperación voluntaria de naciones soberanas en calidad de iguales, en defensa de la libertad de los individuos».

Inicialmente, Argentina no se había adherido a la alianza mundial contra el hambre y la pobreza lanzada por Brasil, pero cambió su decisión ‘in extremis’ y, al final, se unió a la propuesta.

Desde la Oficina del presidente comunicaron que el Gobierno firmó la declaración de líderes distanciándose parcialmente del contenido vinculado a la Agenda 2030 de Naciones Unidas. En cuanto a los puntos que rechazó el mandatario «sin obstaculizar la declaración de los demás líderes», mencionaron: «La promoción de la limitación de la libertad de expresión en redes sociales, el esquema de imposición y vulneración de la soberanía de las instituciones de gobernanza global, el trato desigual ante la ley y especialmente, la noción de que una mayor intervención estatal es la forma de luchar contra el hambre».

Por otro lado, manifestaron que si bien «los organismos y foros internacionales como el G20, se crearon con el espíritu de que todas las naciones involucradas pudieran reunirse para cooperar de forma voluntaria, en calidad de iguales y autónomas», hoy en día, «a casi 70 años de haberse inaugurado este sistema de cooperación internacional, llegó la hora de reconocer que este modelo está en crisis, porque desde hace tiempo que está en falta con su propósito original».