En esta tercera etapa en la Real Sociedad, Roberto Olabe ha tenido más soles que sombras, ya que quitando algunas apuestas que no han dado el rendimiento deseado, el Director Deportivo ha acertado en la mayoría de las apuestas. 

El 28 de marzo de 2018, Roberto OIabe llegaba a calmar unas aguas bravas, tras la doble destitución de Loren y Eusebio Sacristán. El proyecto txuri-urdin no tomaba el rumbo deseado y apostaron por Olabe para redirigir el barco. En su primer años, la Real incorporó a Mikel Merino, Theo Hernández y Sandro Ramírez. El navarro aterrizó en Donostia por 12 millones, procedente del Newcastle. Sin duda fue una apuesta redonda de la dirección deportiva. Su rendimiento fue sobresaliente y lo vendieron al Arsenal este verano por 32 millones. Con los años, la buena gestión de Olabe se vio reflejada en los buenos resultados del equipo. 

Talento joven 

Si algo ha caracterizado a Olabe estos años, ha sido la gran apuesta que ha hecho por fichar jugadores jóvenes. El perfil era claro: tenía que ser un futbolista con un potencial aún sin explotar y con buen manejo de la pelota. Con las directrices claras, los Odegaard, Merino, Kubo e Isak llegaron a Anoeta, acabaron encontrando su fútbol y explotando por completo. El sueco además fue una gran inversión, costó 15 ‘kilos’ y lo vendieron al Newcastle por 70. Hasta la fecha es la venta más cara. La otra cara de la moneda la marcan aquellas apuestas que al club le salieron rana, tales como Mohammed Ali Cho, Modibo Sagnan o Peter Pokorny, entre otros. 

Experiencia contrastada 

Para aguantar el gran ritmo competitivo del club, Olabe siempre ha apostado por piernas con muchos kilómetros en el fútbol de primer nivel. El mejor ejemplo fue David Silva, que tras finalizar el contrato con el Manchester City, llegó a la capital guipuzcoana para fortuna del aficionado txuri-urdin. El de Arguineguín sumó 7 goles y 18 asistencias, en los 93 partidos disputados, teniendo un gran peso en el equipo. Nacho Monreal fue otro jugador experimentado que sumó grandes actuaciones en la banda izquierda. A pesar de que no es un jugador veterano, Brais Méndez, llegó al equipo txuri-urdin con una experiencia contrastada como jugador del conjunto gallego. 

Delantero: un dolor de cabeza para Olabe 

La posición que más le ha costado reforzar, es la de más quilates. La falta de gol ha sido un problema recurrente, sobre todo en estos últimos años. Tras la salida de Isak, a los txuri-urdin les ha costado encontrar un delantero que se asiente en el club txuri-urdin. Sorloth sumó un muy buen números pero se marchó al Villarreal. Uno de los grandes errores de Olabe fue dejar escapar al delantero vikingo. Umar Sadiq y Cárlos Fernández no han funcionado, a pesar de que la Real desembolsó 20 millones de euros por el nigeriano, y Óskarsson, que ha costado la misma cantidad que el de Kaduna, no carbura. 

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