Leandro Cabrera, una de las voces más autorizadas del vestuario del Espanyol, ha pasado revista este miércoles a la realidad de un equipo perico que viene de ser goleado en Bilbao (4-1) y que afronta este viernes su regreso a casa midiéndose a un Sevilla en dificultades.

Tras dar por superadas las diversas lesiones que le han afectado en este principio de curso, ha dado por buenos los puntos sumados hasta el momento, sobre todo porque «hemos ganado los partidos clave, ante rivales muy directos y haciéndonos fuertes en casa». Y ha admitido que el plan previsto en pretemporada «por muchos factores ha cambiado: somos más verticales, robamos más arriba, transitamos más…».

Y analizando ‘lo’ sucedido en San Mamés, ha admitido que fue «un patinazo duro». Y añadió: «Es la segunda vez que nos pasa, en Valladolid perdimos por la mínima pero en un campo grande como San Mamés nos metieron cuatro. Y esta manera de perder, lo que nos pasó, no nos representa». Para revertir la situación, pide que la afición «nos arrope mucho porque fuera hará mucho frío y el ambiente en esos campos siempre será hostil».

Consciente de que se sufrirá hasta el final («sólo los elegidos del fútbol no lo hacen, la mayoría sufrimos siempre»), ha subrayado la importancia de ganar al Sevilla: «Si este año vuelven a estar ahí abajo, es urgente ganar y reivindicarnos después de lo del domingo. En caso competimos bien, vamos a tumba abierta: hay que aprovechar nuestro momento».

La clave, la concentración: «Da igual el once que pongas si tienes claro que en San Mamés te apretarán y te meterán mano por todos lados. Hay que salir concentrados, ser inteligentes y encontrar solución cuando el plan de partido se atasque«, ha significado.

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Y otro punto fundamental, mantener la portería a cero: «Es crucial para todos los equipos. Nosotros sólo lo hemos logrado una vez, algo que duele a los defensas. Pero algunas se han roto por córners o por faltas, que son cosa de todo el equipo. Pero cuanto menos nos lleguen, mejor».