El Atlético de Madrid se movió mucho y en muchas direcciones en el pasado mercado de verano. La idea era hacer una profunda reestructuración de la plantilla, que en cierto modo se completó en los términos que el club pensaba que se podrían llevar a cabo. No todos, claro, porque sí que se dieron fichajes que ocupaban las primeras posiciones en el lado de los deseos, que no se pudieron llevar a cabo.

Uno de ellos, uno de esos fichajes que no llegaron a buen puerto, fue el de Cristhian Mosquera, prometedor central del Valencia, apenas 20 años de edad. El jugador internacional español Sub-21 fue uno de los primeros objetivos junto a Robin Le Normand. Y el Atlético, gracias a las buenas relaciones entre Miguel Ángel Gil Marin, CEO de la entidad colchonera; y Peter Lim, dueño del Valencia, lo intentó hasta en dos ocasiones.

Pero a diferencia de la operación de Javi Guerra, en la que el Atlético sí que llegó a tener un acuerdo con la entidad ‘ché’ por 25 millones de euros a expensas de lo que sucediese con Conor Gallagher (al final llegó el inglés y lo del canterano del Valencia se fue al traste); en este caso, por Mosquera, no hubo acuerdo.

El diario As asegura que a las oficinas de Mestalla llegaron hasta dos ofertas diferentes por el joven central. La primera de ellas fue, según el citado diario, unos 20 millones fijos más una serie de objetivos que podían alcanzar los 25 en total. La segunda, cerca de 22 millones de euros en fijo hasta los 25 millones de euros con las variables.

Sin embargo, según el citado medio, la idea de Peter Lim era 25 millones en fijo, a lo que se podía sumar alguna variable. Y el Atlético no llegó nunca a esa cantidad, se acercó pero no llegó.

Lee también

Redacción

Lee también

EFE

Lee también

Chema G. Fuente