Miguel Gutiérrez y Juanpe fueron los encargados de señalar el camino, de marcar en el calendario. El martes, 22 de octubre de 2024 quedará marcado en la historia del Girona como la primera victoria en Champions. La primera, también, en casa.

Porque parecía ser el día. Y analizarán si el rival fue el PSG, el Arsenal, el Liverpool, el Milan o el Slovan Bratislava. Qué más da, la primera siempre es especial y más en el contexto que se dio, con Montilivi viviendo un ambiente único en el mundo del fútbol, especialmente desde que empieza a zarandearse aquella pelota gigante que ocupa la totalidad del círculo central por una veintena de niños.

El Girona ganó, dominando y con solvencia ante los eslovacos y atendidos por el llamamiento que Míchel y Cristhian Stuani -el único arrepentido por fallar la pena máxima-, reclamaron durante la previa de la cita. La afición respondió y no dudó en recibir al equipo con cánticos y bengalas en la llegada del autobús, bajando la Avinguda de Montilivi. La lluvia, esta vez, no entorpeció ni el ambiente, ni el himno, ni el devenir de un partido que solo parecía tener un destino: los tres puntos.

Y qué bonito fue que anotaran los que estuvieron ganándoselo en el campo durante la pasada temporada de ensueño. Miguel inició la fiesta y Juanpe, uno de los capitanes e histórico jugador del club, la alargó al son de las bufandas que se asomaron en el teatro.

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Así pues, la conexión fue especial y los tres puntos acabaron en la saca en casi la última bala si pretendían estar en la pelea por pasar a la siguiente fase de la competición. El Girona ha llegado a la Champions para disfrutarla, pero para disfrutarla compitiendo, motivo por el que era importante ganar, también para ganar confianza de cara a las próximas jornadas en un año complicado por las bajas y las expectativas generadas.

Y para concluir, unión con los jugadores para saltar en sintonía con la grada de animación y ovación de todo el estadio a cada paso que pisaron en la vuelta de honor posterior al partido. El equipo merecía esta victoria y la afición la necesitaba para seguir confiando en un equipo que, poco a poco, sigue dando pasos para marcar muchas más fechas en el calendario.