Entre lágrimas, así se despiden por última vez los Atléticos de sus fanáticos en Oakland

Espuelazo Puro
Tras 57 años de permanencia en Oakland, los Atléticos se despiden por última vez de sus fanáticos y del Coliseo, para poner fin a una era en MLB y comenzar una nueva historia como equipo en Sacramento y próximamente, Las Vegas.
Mark Kotsay no sentía que pudiera hacer nada para compensar completamente a los fanáticos por el amor y el apoyo que le han demostrado desde su llegada a la organización de los Atléticos como jugador en 2004, pero estaba decidido a hacer lo mejor que pudiera.
El capitán de los Atléticos se empapó de la atmósfera eléctrica de un estacionamiento que estaba repleto a las 8 am, y se detuvo para hablar y tomarse fotografías con los fanáticos y los empleados.
Una vez que el cerrador All-Star Mason Miller cerró la puerta ante los Rangers para una victoria de 3-2 mientras sonaba de fondo la canción de Moneyball, a Kotsay le entregaron un micrófono en el campo y se dirigió a la multitud de Oakland (una asistencia anunciada de 46,889, la multitud más grande para el último juego en casa de un equipo de las Grandes Ligas en una ciudad) para decir su último adiós.
“Fue difícil”, dijo Kotsay. “Hoy fue un día emotivo en todos los sentidos, desde el momento en que llegué hasta ahora. Todavía me estoy recuperando de algo en este momento… El discurso viene del corazón. Soy tanto un jugador y manager de las Grandes Ligas como de los Oakland, porque aquí es donde comenzó mi hogar y, con suerte, aquí es donde termina mi hogar.»
Todos los jugadores, entrenadores y preparadores físicos de los Atléticos respaldaron a Kotsay, saludaron a la multitud con sus gorras y se unieron al cántico de “Let’s go Oakland” que entonó el mánager al final de su discurso. Unos momentos después, todos se reunieron en el montículo del Coliseum para una foto grupal para conmemorar el día.
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