El Atlético de Madrid se ejercitó este jueves por la tarde en la Ciudad Deportiva de Majadahonda, en horario poco habitual en un parón liguero, donde las sesiones suelen tener lugar por la mañana. El motivo de llevar el entrenamiento a la tarde es que el cuerpo técnico tenía organizado un partidillo ante el CUC Villalba, que desde este curso es el segundo filial del club, el que próximamente se llamará Atlético C.

Tras ejercicios con balón y algo de físico, con Luis Piñedo al mando, llegó el partidillo. Diego Simeone alineó a los diez jugadores que tiene disponibles (Lemar sigue al margen en el gimnasio con trabajo individualizado), destacando la presencia de Marcos Llorente en el centro del campo. No había más.

Azpilicueta, Giménez, Witsel, Lenglet, Galán; Koke, Llorente; Riquelme, Lino; y Correa fue el equipo que puso en liza el preparador argentino.

El partidillo, disputado en un espacio algo menor al campo habitual, dejó dos conclusiones. Una, que Correa sigue enchufado tras marcar el gol de la victoria en San Mamés en el tiempo de descuento. Este jueves volvió a ver puerta. Y dos, que el conjunto colchonero sigue haciéndose fuerte en defensa, al dejar su puerta a cero ante este filial que este curso milita en Tercera RFEF.

El Atlético completará este viernes la última sesión de la semana (10 horas, Majadahonda) antes de tener el fin de semana libre y regresar al trabajo el lunes para preparar el choque frente al Valencia, que tendrá lugar el domingo 15 de septiembre a las 21 horas en el Cívitas Metropolitano.

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