Ferran Olivé, tesorero del FC Barcelona, hizo un balance de la situación económica del club azulgrana después de cerrarse el ejercicio 2023-24 con 12 millones de beneficios ordinarios positivos y 91 de pérdidas netas totales. En una entrevista a Barça One, Olivé hizo hincapié en que «nos ha costado prácticamente tres años. Tener un resultado ordinario positivo es tremendamente difícil en una empresa si se tiene en cuenta de dónde veníamos y dónde estamos”. En su argumentación abundó en qué escenario se encontraba el club bajo los efectos de la pandemia: «Nos encontramos la tormenta perfecta a nivel económico. Había una cuenta de resultado negativa, una tesorería en la que el club no podía hacer frente a los pagos del mes siguiente y teníamos un patrimonio negativo por encima de los 450 millones. Además de estas tres cosas, teníamos una preocupación, que son los pagos que el club tenía comprometidos. Era como un barco con un agujero y tú ibas tapando y tapando para hacer que el barco siguiera navegando. Por culpa de estos compromisos, lo que no podías arreglar era el año ordinario”. 

Olivé quiso poner en valor la valentía de la junta directiva que preside Joan Laporta para seguir adelante con el proyecto del Spotify Camp Nou, que reabrirá sus puertas muy probablemente a inicios del año 2025. “Viniendo de la situación de la que veníamos, en términos económicos, hacer un nuevo estadio era lo más desaconsejable. Pero sí valoramos algo que no tenía retorno: o nosotros construíamos el nuevo estadio en ese momento o estaríamos en una situación de desventaja respecto a otros clubs, que son nuestros competidores y que ya tenían sus estadios prácticamente hechos. Esta transición nos ha penalizado y hemos perdido 100 millones en facturación». 

En cuanto al resultado positivo del ejercicio 2023-24, recordó: «Hemos hecho un récord de ventas de 80 millones. Son ventas que se produjeron a principios de temporada. No fueron en una situación para maquillar el resultado, sino que fue la fuerza del propio club de generar negocio, como no puede ser de otra forma». 

Por último, Olivé justificó el porqué de las ‘palancas‘: «Pedimos en la Asamblea la posibilidad de hacer tres acciones. En una sociedad normal, llegando en una situación de patrimonio neto negativo, cualquier compañía en situación preconcursal, habría pedido a sus accionistas hacer una ampliación de capital. Nosotros huimos de esto porque el socio no era responsable de la situación económica que tenía el club y pedimos la capacidad de poder vender activos del club para poder superar esta situación».