‘El Girona necesita un organizador’, o ‘con la marcha de Aleix Garcia…’ son algunas de las expresiones más comunes en una retransmisión del Girona, tanto en los que se ponen frente al micrófono como los que religiosamente pagan su abono por ver el partido.

Los catalanes buscan en su medular a esa pieza que organice, que distribuya, que ponga calma y que lea el juego en base al estilo del equipo, una tarea ejercida por Aleix Garcia durante la pasada temporada. “De eso se encargaba Aleix, pero está en Leverkusen”, dijo el propio Míchel al término de uno de sus últimos partidos.

Aun así, los ‘gironins’ volvieron a confiar en Oriol Romeu tras una temporada casi en blanco del de Ulldecona. Quique Cárcel y el técnico vallecano, especialistas en sacar lo mejor de sí de cada futbolista, incluso en sus segundas etapas con la elástica ‘blanc-i-vermella’, volvieron apostar por un hombre que cayó de pie cuando regresó de Inglaterra.

El cuadro catalán necesita a Oriol y viceversa. El mediocentro, esta temporada, ha disputado siete de los once partidos que se han jugado entre LaLiga y la Champions, con un total de 407 minutos. Es decir, a pesar de ser el único pivote puro de la plantilla, el ‘senglar’ tan solo ha podido aparecer en menos del 50% de los minutos, también por su lesión que le apartó de los últimos dos compromisos.

Nada tienen que ver esos números con los que Romeu firmó en su llegada a la provincia catalana. A pesar de llegar con el campeonato iniciado, sin poder entrar en las tres primeras jornadas, Oriol aterrizó un día antes de la jornada frente al Mallorca, siendo titular de buenas a primeras. Pero eso no es lo que más sorprende: el centrocampista, a excepción del descanso obligado por acumulación de tarjetas amarillas y el primer partido de Copa en el que quedó desconvocado, disputó 21 partidos consecutivos jugando los 90 minutos, una racha que se rompió en la jornada 25 frente al Atlético de Madrid con 75 minutos jugados. Quitando ese día, junto a una nueva sanción por amarillas y tres minutos que no rascó ante la Real Sociedad -marchándose en el 87-, Oriol lo jugó absolutamente todo, alcanzando la friolera cifra de 3.042 minutos jugados en 34 apariciones.

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Traducido en números, el pivote jugó los 34 partidos partiendo desde titular y en ellos disputó una media de 89 minutos. En términos generales, contando aquellos que se perdió por descanso o sanción, Romeu se vio implicado en el 92% de los minutos en toda la temporada.

Son cifras muy distorsionadas a las de esta temporada, aunque Míchel confía de lleno en la recuperación del jugador. Para Oriol, volver a casa significa felicidad, y el de Ulldecona sigue trabajando para que el 41% de minutos que acumula este curso aumente favorablemente hasta volver a convertirse en una de las piezas claves del Girona.