El regreso de Alex Bregman a Houston fue todo un evento para los fanáticos de los Astros. El ahora tercera base de los Red Sox de Boston volvió al Daikin Park por primera vez desde que dejó el equipo en la agencia libre de 2025. La noche comenzó con un emotivo video homenaje en el Jumbotron, recordando sus contribuciones clave en los títulos de la Serie Mundial de MLB de 2017 y 2022. La multitud le dio una ovación de pie, mostrando el respeto que aún le tienen.

Sin embargo, el ambiente cambió rápidamente. En su primer turno al bate, Bregman conectó un cuadrangular de dos carreras, su número 95 en el estadio de Houston, dándole a los Red Sox una ventaja temprana. Este momento fue un recordatorio para los fanáticos de que ahora juega para el equipo contrario. Cuando Bregman se acercó al plato por segunda vez, los abucheos no se hicieron esperar, transformando la ovación inicial en un coro de desaprobación.

Lejos de sentirse afectado, Bregman disfrutó del cambio de actitud de los fanáticos. En el dugout, se le vio sonriendo, y después del juego, confesó que había disfrutado de los abucheos.

dijo Bregman a través de Chris Cotillo de MassLive.

Para Bregman, los abucheos eran una señal de respeto y una muestra de la pasión que ambos equipos tienen por ganar.

El juego del lunes no solo fue un espectáculo de emociones, sino también de importancia en la clasificación. Los Red Sox ahora mantienen una ventaja de solo 1.5 juegos sobre los Yankees de Nueva York por el último puesto de comodín de la Liga Americana. Por su parte, los Astros se mantienen un juego por delante de los Marineros de Seattle en la cima del Oeste de la AL tras la victoria por 7-6.

El enfrentamiento entre los Red Sox y los Astros continuará con dos juegos más el martes y miércoles. Los fanáticos de Houston seguramente seguirán tratando a Bregman como el enemigo, algo que parece disfrutar. Como él mismo dijo,

La rivalidad y la competencia son parte esencial del béisbol, y Bregman lo entiende mejor que nadie.

El regreso de Bregman a Houston fue una mezcla de nostalgia y rivalidad, un recordatorio de su legado con los Astros y su nueva vida con los Red Sox. Los fanáticos, aunque divididos, mostraron que el béisbol es más que un juego; es una pasión que se vive intensamente en cada jugada.

*Con información de nbcsports.com.