Bilbao es zurigorri. La capital vizcaína ya es un hervidero de aficicionados cuando faltan tres horas para que comience el Athletic-Manchester United correspondiente a la ida de la semifinal de la Europa League. Las arterias que rodean a San Mamés se han comenzado a llenar de gente con la zamarra rojiblanca. Hoy, además, no ha hecho falta esperar a la finalización de la jornada laboral. Es un día festivo. El Botxo ha congregado por la mañana las manifestaciones tradicionales del 1 de mayo, día del trabajo, y por la tarde el protagonismo ha corrido a cargo a Valverde y sus jugadores.

Por la mañana, un gran número de hinchas ha recibido al equipo a su llegada al Carlton. Al igual que ocurrió el día del Glasgow Rangers, el autobús se ha ubicado en un lateral, en la calle Elkano, a diferencia de otras ocasiones, cuando lo hacía enfrente de este establecimiento hotelero. Esta céntrica calle estaba cerrada al tráfico rodado. Posiblemente, después los jugadores saludarán a los hinchas congregados, como también ocurrió el día de los escoceses antes de partir hacia San Mamés, y una multitud les despedirá para insuflarles todo el ánimo necesario para lograr un buen resultado de cara a la vuelta que se disputará el próximo jueves en Old Trafford. En la mente de todos está sacar el billete a la gran final que se jugará en La Catedral del 21 de mayo. Este es el gran objetivo.

Los alrededor de 3.000 hinchas ingleses comenzaron a llegar ayer a Bizkaia. Hoy también se dejan ver en las calles, en algunos casos mezclados con seguidores locales. Un buen grupo de ellos se lo estaba pasando en grande cantando y bebiendo en el exterior del Molly Mallone, el pub irlandés ubicado en Estraunza. Su punto de encuentro está ubicado en Iparraguirre. De allí partirán en apenas unos minutos hacia San Mamés escoltados por la Ertzaintza. Es el mismo operativo utilizado para conducir a los escoceses que ya dio bueno resultado el pasado 17 de abril. Antes del partido no se produjeron incidentes. Los altercados llegaron al término mismo. En esta ocasión, la policía autonómica ha ampliado su dispositivo para evitar que se vuelvan a producir.