De las flores de Simeone al cántico de la grada

Espuelazo Puro

Pocas, muy pocas veces, se ha encontrado el Atlético de Madrid con un fichaje que haya levantado tanta ilusión y pasiones. El tipo tiene algo especial, así lo ve la afición rojiblanca y el propio entrenador colchonero, Diego Pablo Simeone. Está claro que, entre los recién llegados, la mayor de las expectaciones la causó Julián Álvarez.

Pero lo que pocos esperaban es que un jugador inglés, de una cultura y un futbol poco habituales en el fútbol español y más aún en la historia del Atlético, cayesen de la forma que ha caído Conor Gallagher.

Ha sido amor a primera vista se podría decir. Por parte del jugador y su familia hacia Madrid y el Atlético; y de la afición y de Simeone, hacia el inglés. Conor Gallagher ya se está ganando el cariño de sus nuevos seguidores. El centrocampista inglés hizo su debut con el club el domingo por la noche frente al Girona en el Metropolitano, un choque en el que los rojiblancos se impusieron por 3-0.

Salió desde el banquillo y lo sorprendente es que al poco de salir, el fondo sur del estadio le cantó una canción con su nombre. Es una auténtica rareza que a un recién llegado se le tribute semejante honor. Para ganarse una canción en la grada del Atlético hay que haber demostrado muchas cosas.

Con el equipo de Diego Simeone ya 2-0 arriba, Gallagher entró, inmediatamente puso a los aficionados de pie mostrando su increíble ritmo de trabajo mientras cerraba a los rivales con agresividad y les ponía bajo presión. “Intense (intenso)”, le había dicho Simeone al saltar al césped. Y así fue el inglés, intenso. En dos jugadas, dos entradas muy intensas para llevarse sendos balones, que generaron una ovación en el Metropolitano.

Hacía tiempo que el Atlético no tenía un jugador de estas características. «Estoy encantado de debutar esta noche», escribió Gallagher en Instagram después del partido. «¡Un resultado brillante! El ambiente fue increíble», comentó sobre su primera experiencia en el Metropolitano.

Simeone también tuvo buenas palabras para él, tampoco es nada habitual que un recién llegado se gane tan rápidamente al técnico. “Conor entró con mucho ímpetu. Necesita tiempo para acomodarse en los lugares pero tiene algo que no se compra en ningún lado, pasión, paso, ritmo… Cuando tienes jugadores así hay que ayudarlos para que esa adrenalina sume para los compañeros”, comentó.