Es sólo ‘pedrea’ pero es una ayuda para el siempre estrecho margen económico de un Valencia que parece destinado a tener que rescindir el contrato de Samu Castillejo, cuya ficha asciende a unos 2,8 millones de euros brutos a falta de un año para que termine su contrato.

Con las ventas de Joao Cancelo al Al Hilal por unos 25 millones de euros y del delantero del Oporto Toni Martínez por 2,5 millones, el Valencia recibirá más de 400.000 euros en concepto del mecanismo de solidaridad de la FIFA, 375.000 por el fichaje de Cancelo por el club saudí y 37.500 por el de Toni Martínez.

Esta cláusula reparte el 5 % de cada traspaso a los clubes que formaron al jugador hasta los 23 años, lo cual permite que los equipos más pequeños puedan tener ingresos adicionales por futbolistas que hayan llegado a la élite.

Sin embargo, este ingreso parece tener ya un claro destino y no es otro que pagar la rescisión de un Castillejo por el que el Valencia no ha recibido ofertas que satisfagan a las dos partes, por lo que el malagueño que sigue entrenándose en Paterna a pesar de que no cuenta para Rubén Baraja.

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El director deportivo del Valencia, Miguel Ángel Corona, incidió el pasado lunes en una rueda de prensa que con el extremo andaluz «la situación era cien por cien transparente, está explicada y asumida por parte del jugador» y que se le buscaba «una solución» en forma de salida «antes del final del mercado».

No obstante, para ello sólo quedan dos días y el Valencia no cuenta con ningún avance a este respecto, por lo que si termina sin ofertas la ventana de fichajes, el Valencia podría verse obligado a tener que pagar buena parte de los 2,8 millones de euros de ficha al andaluz.