El Atlético de Madrid-Lille de Liga de Campeones que se disputó el pasado miércoles 23 de octubre transcurrió con una gran tranquilidad en lo relativo a la seguridad. Las autoridades españolas no se vieron desbordadas por una enorme cantidad de aficionados franceses.

Apenas llegaron a la capital de España unos 850 seguidores de los ‘Mastines’. Sin embargo, se dieron algunos episodios que han sido denunciados en los medios de comunicación franceses.

Algunos hinchas del cuadro galo se han quejado de la actuación de la policía española, según denunciaron a través del diario ‘La voix du Nord’. “Maltratado y esposado sin razón por la policía española, la noche desperdiciada de Antoine, aficionado del LOSC”, señala el citado medio, que detalla el testimonio de un joven seguidor de 28 años que asegura que fue maltratado por los policías españoles.

Los aficionados del Lille hablan de “exceso de celo” de la policía española. Uno de los afectados, Antoine, de 28 años, de Arras, denunció haber sido golpeado y esposado sin motivo alguno, lo que le hizo perderse el partido.

“No estábamos haciendo nada malo, pero empezaron a empujarnos y a intentar hacernos sentar. Cuando empezaron a usar guantes entendimos que iba a ser complicado. Intentaron provocarnos y todos permanecimos en paz. Incluso cuando un ‘steward’ golpeó deliberadamente a uno de nosotros en la cara”, comentó Antoine. “El ambiente era hostil y la policía española rápidamente reemplazó a los ‘stewards’. Nadie lo entendió, ni siquiera el servicio de seguridad de LOSC que hizo todo lo posible para calmar la situación”, señaló para acabar diciendo que todo se desmadró en el descanso.

EMPUJADO POR LAS ESCALERAS

Él intentó ir a la zona en la que se encontraba su madre para ver cómo estaba. Según relató, al pasar entre los policías, uno de ellos le empujó violentamente y él mismo cayó por las escaleras. “Seis policías se me echaron encima, me dieron patadas y me golpearon con porras. Tenía tres rodillas en la cara y estaba atrapado. Luego me esposaron y me dejaron en un rincón. Luego me dijeron que iban a revisar las cámaras de vigilancia para ver si había empujado a su colega o no. Sabía que no lo hice”, comentó.

Este aficionado ya no vería nada más del partido. Después de ver las imágenes, los policías, siempre según la versión del aficionado del Lille, le liberaron pero le echaron del estadio. “Fue súper violento. Me quedé un poco en shock”, expuso el hincha que aseguró tener rasguños en las rodillas y fuertes dolores en la nariz. El aficionado prefirió “no presentar denuncia porque sería inútil. Son cosas que no deberían pasar en un estadio. Y no debería ser peligroso ir a apoyar a tu equipo”, concluyó.

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Redacción

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