La marca Girona ha dado un brinco en todos los sentidos. Este pasado fin de semana inició el campeonato de otro de los grandes pilares para este año, el proyecto del filial. Más allá del empate de los de Quique Álvarez -con una plantilla envidiable para la categoría y con claras aspiraciones para el ascenso- en la primera jornada de la Tercera RFEF, la entidad catalana no sólo se enfrenta al año más ilusionante en cuanto a la primera plantilla, sino también en todo lo que corresponde a la base del club.

Junto al filial aparece el proyecto del Juvenil A, que debutará por primera vez en la Youth League, la Champions de categoría juvenil. A pesar de no haber logrado ninguna victoria en las dos jornadas frente a Gimnàstic Manresa y Cornellà, los ‘gironins’ viajarán a París para enfrentarse al PSG en nueve días.

Tanto los de Míchel, como el filial y el Juvenil A son las tres grandes apuestas que encara el club, sin perder una pizca de importancia a toda la base que conforma la ‘Acadèmia’. A pesar de las grandes esperanzas depositadas en cada uno de los equipos, el club ha decidido mantener su filosofía y no precipitarse en cuanto a fichajes y prisas, aun sabiendo la dificultad de los rivales. Además, tanto Míchel como Quique Cárcel, siempre de la mano, intentarán estar presentes siempre que puedan en los compromisos de los jugadores que conformarán el futuro más próximo en Primera.

La gran inversión en la nueva ciudad deportiva es, cuanto menos, un gran atractivo para los nuevos futbolistas que deciden integrarse en el proyecto. El cambio estructural es más evidente que nunca, desde la categoría de los más pequeños hasta los que entrenan a órdenes del técnico vallecano.

Lo que hace unos años se veía sustentado únicamente por la idea o filosofía, ahora se ve respaldado por la estructura y los resultados deportivos, que dotan al club para continuar un progreso que no parece tener freno.

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Precisamente, dentro de esa filosofía, sigue existiendo la mentalidad de no levantar mucho los pies del suelo, algo costoso por el gran revuelo de popularidad que vive el club. Sin embargo, desde fuera, el Girona se está alzando como uno de los grandes proyectos en Primera en todos los aspectos, empezando a ser un referente para muchos otros clubes.