Dicen que la liga italiana es aburrida aquellos que llevan años sin ver un partido de Serie A. Juventus e Inter de Milán nos regalaron un auténtico espectáculo de fútbol en el que al final se impusieron los locales (4-3). La Juve se adelantó dos veces, pero en ambas respondió Çalhanoglu con sendos golazos. Luego Marcus Thuram parecía que culminaba la remontada, pero su hermano, Khephren, puso el 3-3 que parecía que iba a ser definitivo, pero no. La última palabra la dijo el montenegrino Adzic. Todo ante la atenta mirada en la grada de Lilian Thuram, leyenda bianconera, a quien se le escapaba la risa. Los bianconeros suman 9 puntos de 9 posibles, mientras que el proyecto de Chivu no arranca, con una victoria de tres posibles.

La vecchia signora entró al partido con las ideas más claras y se adelantó en el marcador antes del primer cuarto de hora. Lo hizo tras un balón al segundo palo en el que Bremer de primeras la puso a la altura de la frontal y Kelly culminó de semivolea a bote pronto (14′).  El debutante Akanji no se lo creía. 

De inmediato los de Igor Tudor dieron un paso atrás y lo pagaron, puesto que Çalhanoglu, a quien le da igual pegarle con la zurda o con la diestra, tiró raso desde la frontal con la izquierda -teórica mala- metiendo la pelota en la jaula aprovechándose de que Di Gregorio, con mucha gente por en medio, reaccionó tarde (30′). 

Parecía que se venían arriba los de Chivu, pero el talento no entiende de tendencias, sino que aparece y se carga las sensaciones de un plumazo. Otro turco, Yildiz, se contagió del golpeo de su compatriota y desde su casa la puso pegada al palo. Sommer la tocó, pero sin suficiente fuerza como para sacarla. 

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Tras el descanso, el plan parecía claro. Los visitantes se lanzaron a por todas, mientras que la Juventus se puso en modo rácana tratando de mantener el resultado. Y lo consiguió hasta el 65 cuando Zielinski, que había entrado un minuto antes por Barella, se la dejó en la frontal a Çalhanoglu, quien controló con el pecho y de volea anotó un golazo. 

La fiesta de los Thuram con un invitado insospechado

No se conformaba con el empate el actual subcampeón de Champions, que consiguió ponerse por delante en el 76′ con un cabezazo de Marcus Thuram a centro de Dimarco. De primeras no celebró el tanto, pero luego se señaló la camiseta. Y el que respondió a este siete minutos después fue su hermano Khephren, que imitó la celebración de señalarse la espalda. 

Todo apuntaba a que el duelo de los Thuram no iba a tener ningún vencedor, pero el joven Adzic (19 años) en su estreno esta temporada le pegó con el alma desde muy lejos y dio un triunfo tan celebrado como necesario en el descuento para dar un golpe sobre la mesa. Eso sí, su disparo lejano tuvo la colaboración involuntaria de Sommer, que no tuvo su mejor tarde. Ambos a pensar en sus respectivos duelos de Champions League.