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Nacionales – César Rengifo en una canción de Alí Primera

Los Espuelazos

Pero cabalgo en el potro hermoso de la esperanza, y esa no me la quitarán.” Alí Primera.

De orígenes humildes y huérfano a los meses de nacido, pintor, dramaturgo y militante político comunista, César Rengifo (Caracas, 1915–1980) fue una figura emblemática de la cultura nacional y de las propuestas cuestionadoras del orden social tradicional. Crítico del Proyecto Democrático Liberal instaurado a partir de 1958, involucrado en trabajos de ampliación y divulgación cultural en barrios de Caracas, no hubo grupo teatral de liceo o zona popular que no se iniciara montando piezas como Estrellas sobre el crepúsculo, Apacuana y Curiacán, El vendaval amarillo, Esa espiga sembrada en Carabobo, “Un tal Ezequiel Zamora, Por qué canta el pueblo o Cantata a María Rosario Nava.

Formado en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas, sus viajes a Chile y México, a finales de los años treinta y principios de los cuarenta, fueron determinantes en su hacer. A Chile fue en 1936 becado por el Ministerio de Educación. Entre las obras más importantes de César Rengifo se menciona Éxodo campesino (1939), Los borrachos (1948), La flor del hijo, y sus murales El mito de Amalivaca (1955-1956) y Creadores de la nacionalidad (1973).

Autor de una amplia obra pictórica y teatral, donde se plasma la influencia del realismo socialista y del muralismo mexicano, uno de los cuadros de Rengifo –La esperanza (1963)– integra la Colección del Museo Alberto Henríquez de la ciudad de Coro. Y en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Los Andes se conserva un imponente retrato de José Leonardo Chirinos.

Rengifo se afilió al Partido Comunista de Venezuela e intentó participar como voluntario en la Guerra Civil Española, apoyando a los republicanos. También su espíritu crítico lo llevó a alejarse de la militancia, pero no a abandonar sus ideas de influencia marxista.

“De regreso al país (1937) se incorporó activamente al Partido Comunista de Venezuela e inició un periplo de colaboraciones escritas, primero para la revista de la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV), y posteriormente, para Últimas Noticias, como miembro fundador del diario de la Cadena Capriles, donde fungió como uno de sus principales redactores. También trabajó como periodista del diario El Heraldo (1942) y se encargó de su página cultural”.

“Entre los aspectos más significativos de su obra pueden identificarse: la exaltación de los valores populares representados en toda una iconografía que destaca la vida de los más desposeídos y el surgimiento de la clase obrera y sus problemas, las representaciones de tradición indígena (que encontramos tanto en su obra plástica como en algunas piezas de su repertorio dramatúrgico) y los símbolos de tradición heroica, tan extensamente planteados en el país.

Hasta su fallecimiento el 2 de noviembre de 1980, en Caracas, César Rengifo fue un artista y militante activo, con prestigiosos reconocimientos y destacadas funciones en el ámbito de la administración pública (entre otras, periodista colegiado y director de extensión y cultura en la Universidad de los Andes, en Mérida) los cuales le valieron encabezar con su nombre algunos espacios culturales como el Teatro César Rengifo y también las Escuelas Artes Plásticas y de Teatro en Mérida” (ídem). En 1989 la Dirección de Cultura de la ULA publicó su obra en seis volúmenes.

Luchador y crítico social, en 1965 el pintor y dramaturgo viajó a Italia para coordinar la Conferencia Mundial por la Libertad de los Presos Políticos Venezolanos. En 1974 se realizó en Pro Venezuela una exposición de Rengifo con más de trescientas obras realizadas entre 1931 y 1974.

Señala Milagros Socorro que: “El 22 de noviembre de 1980, César Rengifo falleció de una trombosis. Tenía 65 años de edad. Sus restos fueron velados en la Galería de Arte Nacional (GAN), donde recibieron muestras de respeto de todos los sectores del país, incluido el presidente de la República, doctor Luis Herrera Campíns”.

Respaldado en su trabajo lo mismo por el gobierno de Rómulo Gallegos, que por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, aunque cuestionador de ambos, César Rengifo y su esposa Ángela fueron amigos entrañables y tutores de aquel muchacho paraguanero que entre manejos partidistas, necesidades ideológicas y querencia de las masas se consagraría como el Cantor del Pueblo.

Según los biógrafos de Alí Primera, fue Ángela Carrillo de Rengifo quien influyó en él para que abandonara la idea de inscribirse en la Escuela Militar, y decidiera por estudiar Ingeniería Química en la Universidad Central de Venezuela.

En 1981 –cuatro años antes del terrible accidente en la autopista El Valle-Coche– Alí Primera publicó su disco Al pueblo lo que es de César, que contiene temas hermosos como El sombrero azul, dedicado a la lucha del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El salvador (FMLN); Cielo despejado, La sirena de este tiempo y Tía Juana. Pero también terribles-nefastos panfletos como Don Samuel o Canción para acordarme.

El tema central es un hermoso homenaje “Era tan delgadito como el silbido del viento que empuja el velero, donde navegamos hacia nuestro propio descubrimiento. Al pueblo lo que es César: luz, canción, combate y tiempo“.

Y más adelante: “Como la llovizna de la montaña, que entrecruza su espada con los rayos del sol. Al pueblo lo que es de César, madreselva y frailejón. La madre patria de tanta espera, ya tiene pasos de bisabuela…”

En medio del contexto antiizquierdista dominante, pretender despojar a César Rengifo de su militancia comunista es tan majadero y trivial como hacerlo “el padre de la pintura nacional”. Me quedo con las palabras de aquel que fue discípulo y amigo:

“Yo cuento la historia de un hombre innumerable y digo que sus manos eran sencillas. Una llena de penas, la otra de risas, y el combate las tuvo siempre de amigas.” “Era tan delgadito, pero llevaba la fuerza de un trigal por dentro y su explosión humana hizo añicos la desesperanza. Y era un pájaro de rápido vuelo, que volaba llenando de colores el viento. Y con las mariposas, y los peces, y todas las flores de mi pueblo formó un solo color para los hombres y después siguió su vuelo“.

“Yo digo que solo cambió de paisaje y para sentirlo vivo llevo un poco de su vida dentro de mi guitarra.”

Gracias siempre César Rengifo, gracias siempre Alí Primera.

@YsaacLpez | 17 de agosto de 2025.

  • Isaac López es historiador, profesor de Universidad de Los Andes y doctor en Historia por la UCAB. Mérida.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

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