El regreso de Luis Gil al montículo con los Yankees de Nueva York dejó un sabor amargo tras la derrota 7-3 ante los Marlins de Miami. En su primera apertura de la temporada, Gil permitió cinco carreras en apenas 3 ¹/₃ entradas. Aunque el resultado no fue el ideal, el lanzador dominicano destacó la importancia de sentirse bien físicamente tras su regreso. «Me sentí realmente bien, y eso es lo importante», comentó Gil a través de un intérprete.

El partido comenzó con Gil trabajando alrededor de un sencillo y una base por bolas en la primera entrada. Sin embargo, en la segunda, las cosas se complicaron. Troy Johnston empató el marcador con un doble, seguido por un sencillo de Xavier Edwards que trajo otra carrera. Un elevado de sacrificio de Kyle Stowers completó el daño, dejando a los Yankees en desventaja.

En la cuarta entrada, con los Yankees aún abajo 3-1, Gil permitió su cuarta base por bolas del día a Graham Pauley y fue retirado tras ceder un sencillo a Edwards. Brent Headrick entró al relevo, pero no pudo contener a los Marlins, permitiendo un jonrón de tres carreras a Stowers que prácticamente sentenció el juego.

El manager de los Yankees, Aaron Boone, reconoció las dificultades de Gil en el montículo. «Obviamente, fue una lucha», comentó Boone. «No tuvo un verdadero comando hoy. Mostró destellos de su repertorio, pero fue demasiado inconsistente con los lanzamientos».

Gil lanzó 77 pitcheos, de los cuales 44 fueron strikes y 33 bolas. Solo logró un strike en el primer lanzamiento a ocho de los 19 bateadores que enfrentó. Sus 10 outs se dividieron en dos rodados, cinco elevados y tres ponches. A pesar de la derrota, el enfoque de Gil está en mejorar su consistencia y seguir trabajando en su regreso.

El próximo desafío para Gil será demostrar que puede recuperar el nivel que lo llevó a ser el Novato del Año de la Liga Americana en 2024. Los Yankees, por su parte, buscarán ajustar su rotación para evitar más tropiezos en su lucha por mantenerse competitivos en la temporada.