Iñaki Peña – Atento

Se le vio sólido, con dos buenas intervenciones clave, en sus salidas y con el pie. Aunque le faltó precisión en un pase largo y la jugada acabó con el gol de la Real, donde poco pudo hacer ante el disparo de Becker.

Koundé – Crecido

Llegó con mucha confianza tras sus tres asistencias en Belgrado. Quizás demasiada. La Real no es el Estrella Roja y está sufriendo.

Cubarsí – Enmascarado

Quería jugar en Donosti y lo hizo. Con una protección que no pareció incomodarle porque Pau estuvo en su línea. Más que notable.

Iñigo Martínez – Silbado

No le perdonan que se marchara al Athletic y a pesar de los pitos volvió a mandar en la defensa azulgrana. Incuestionable en el Barça, aunque no lo vea De la Fuente, respiró cuando vio que Oyarzabal tiraba fuera una contra en la que le ganó la partida.

Balde – Desconectado

Se suma al ataque con criterio, pero demasiadas veces se desenchufa cuando tiene que volver en defensa. 

Casadó- Guardián

En el primer minuto ya tuvo que sacar un balón providencial aunque en la acción del gol le faltaron centímetros en el duelo aéreo con Sucic. Pudo empatar cazando al aire un balón dentro del área que bloqueó la defensa rival.

De Jong – Tierno

Intentó romper líneas, pero le falta contundencia. Tanto cuando tira a puerta como en defensa, donde le cuesta meter el pie. Seguramente por miedo o falta de confianza en su tobillo lastimado.

Raphinha – Cazado

Take Kubo se ha encargado de él con dureza. Le ha enganchado en dos ocasiones por detrás, justo cuando iba a tirar en la frontal. No se han pitado falta en ninguna de las dos.

Pedri – Solitario

El canario, que jugó de diez, volvió a aparecer entrelíneas para intentar desencallar la estructura defensiva de la Real. Se movió bien también cayendo a banda, ofreciéndose pero sin encontrar aliados.

Fermín – Enjaulado

Volvió a ser titular y jugó por la derecha, en el lugar del descartado Lamine Yamal. Estuvo bien vigilado por la defensa ‘txuri urdin’, que frenó sus intentos de buscar área.

Lewandowski – Frustrado

Si hubiera calzado dos números menos tendría otro gol y el Barça se hubiera avanzado. Su pie es más grande que el de Aguerd (o eso creen en el VAR) y el tanto fue invalidado.