La Copa mola porque los modestos pueden hacer caer a grandes equipos. Es el único tren para que muchos futbolistas que disfrutan cada fin de semana en el barro del fútbol humilde se muestren frente a un grande. Pese a los resultados abultados de algunos partidos, no son menos los equipos de inferior categoría que generan peligro a sus contrincantes. En esta primera jornada de Copa no ha caído ningún Primera, pero se han quedado por el camino hasta seis escuadras de LaLiga Hypermotion.

El primero en caer fue el Albacete. Con un expulsado desde el segundo 22, el conjunto dirigido por Alberto González no supo reponerse a los goles iniciales del CE Europa anotados por Neeskens y Pimentel (2-1). Por su parte, el Olot llevó a la prórroga y los penaltis al Córdoba. Tras los 120 minutos, los catalanes acabaron con el conjunto de Iván Anía desde los once metros (4-3). 

El Sant Andreu fue el tercer equipo catalán en llevarse por delante a un rival de Segunda División (2-1). En este caso fue el Mirandés, equipo de moda en la categoría, el que no pudo vencer a un equipo de Segunda Federación. Por su parte, la UD Logroñés volvió a vivir una noche mágica en Las Gaunas derrotando al Eibar con un gol de Pol Arnau en la prórroga (1-0).

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En la tarde del jueves, el Real Ávila le ha devuelto a su afición todo su apoyo y le ha vencido en la tanda de penaltis a todo un Real Oviedo. El conjunto dirigido por Calleja no consiguió convertir ninguno de los tres penaltis que lanzó y los del Adolfo Suárez pasan a la siguiente ronda (0 (3)-(0) 0). El último en derrotar a un conjunto de Segunda fue el Estepona, que se llevó el derbi malagueño en La Línea de la Comcepción. Los goles de Jorge García y Dago fueron suficientes para ampliar distancias y que el tanto de Larrubia en el 118′ no sirviera de nada. Los esteponeros se llevan el derbi 40 años después (3-2).