Hay crisis en la Real Sociedad. La gravedad de la misma es variable para cada uno, pero es evidente que existe un problema importante con el rendimiento del equipo, sobre todo como local. La dura derrota del domingo ante Osasuna no hace más que ahondar en la terrible racha del equipo en Anoeta. Incluso un entrenador con números nefastos a domicilio en su carrera como técnico de Primera (sólo llevaba dos victorias en 44 partidos) logró llevarse los puntos con bastante comodidad, superando a la Real por planteamiento, efectividad y ejecución en todas las partes del campo, pese a tener una plantilla sensiblemente inferior en nivel y, sobre todo, en coste.

El accidente en el derbi provoca que la Real duerma en duodécima posición durante una semana, con sólo 12 puntos de 33 pese a haber tenido un calendario de rivales en Liga relativamente amable. Sólo ha ganado a Espanyol, Valencia y Girona, y por ello tiene el descenso a sólo tres puntos, pese a haber equipos muy flojos y dañados en esa zona, y la zona europea a seis.

La Real debe reaccionar más allá de la mejora que venía teniendo en los últimos partidos, que se ha visto frenada tanto en Serbia como en Anoeta. El calendario aprieta y antes del próximo parón, los de Imanol se enfrentarán al Sevilla y al Viktoria Plzen a domicilio y al Barcelona en casa, además de estrenarse en Copa ante el modesto Jove Español. Muchos jugadores se volverán a ir con sus selecciones, con el consiguiente riesgo de lesión o sobrecarga de minutos, y al volver, hasta final de año, llegarán el derbi de San Mamés, recibir al Betis, al Ajax, al Dinamo Kiev y a Las Palmas en Anoeta, además de visitar al Leganés y al Celta.

Hay plantilla y el cuerpo técnico tiene el crédito del club, merecido, pero urge un paso adelante para que la llamada por algunos “temporada de transición” no sea más dura y con más consecuencias negativas de las esperadas. El fútbol no espera a nadie.

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El juego no es el óptimo y los partidos se hacen bola

A la Real se le atraganta jugar en casa y sus rivales han comenzado a plantear partidos muy parecidos. Buena defensa de la zona central y el área y ceder las bandas a la Real. Los de Imanol son planos, lentos en la creación y cuando llegan a banda es sin ventaja para sus extremos, que deben ser los jugadores diferenciales. Los centros no son claros y los delanteros apenas reciben ni rematan balones. Últimamente, además, tras pérdida el equipo no está perfectamente ubicado, permitiendo al rival transitar rápido, como Osasuna. Los guiones de las decepciones en casa son similares.

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Los malos arbitrajes no ayudan en absoluto

Las actuaciones arbitrales no ayudan a la Real en Anoeta. La de Pulido Santana es una más. Pitó dos penaltis que no eran, que tuvo que rectificar, y no vio el que sí era con claridad de Cruz sobre Zubeldia. Una norma moderna que ya se aplicó en contra de la Real. Los asistentes y el VAR no lo vieron. Tampoco que Zaragoza sacó el córner del 0-1 desde fuera de la zona permitida. El balance de penaltis señalados en casa es claramente desfavorable últimamente y no sólo por los errores cometidos por la zaga este curso, que también, sino porque otros en área rival no se señalan.

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La Real es el peor local de LaLiga

Los resultados no engañan y la Real ya es el peor local de LaLiga en la 24-25 pese a haber recibido a equipos asequibles como el Valencia, Osasuna, Alavés o Rayo, además de Real Madrid y Atlético. Sólo suma cuatro puntos de 24, a lo que hay que sumar una derrota europea ante el Anderlecht. Ha ganado un solo partido, al Valencia, y empatado otro sobre la bocina, ante el Atlético.  Ha encajado nueve goles ante los suyos en Liga y sólo ha marcado seis. Es, además, el segundo peor local del fútbol profesional en España, sólo por detrás del Cartagena de Segunda (un punto).

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El problema en casa viene de lejos

Anoeta está siendo un problema y no es cosa sólo de ahora. La fuga de puntos es total. En 2024 la Real sólo ha ganado cuatro de los 19 partidos disputados en todas las competiciones en casa y ha perdido la friolera de 11, un 58%. Insostenible. Desde la reinauguración del estadio de Amara en 2019, que prometía mejorar en casa al quitar las pistas y aumentar la presión, la Real no llega ni al 50% de triunfos como local (47,8%; 58 de 124 partidos), pese a la exitosa época que ha vivido el club. Ha ganado más fuera de casa (48,2%).

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El equipo con menos acierto de LaLiga, no encuentra el gol

Uno de los grandes problemas de la Real es el gol. Es el equipo con menos goles (8) de lo que va de Liga pese a tener 40 millones y Oyarzabal en la delantera. Es el segundo peor arranque goleador realista en Liga desde la temporada del descenso en la 2006-2007 (6). Pero el grave problema es el acierto. Los datos indican que el conjunto donostiarra es el sexto que más dispara en Liga (103) pero también el que peor acierto tiene, con sólo un 7,7%. Es un dato dramático.

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Es el cuarto peor arranque liguero desde el ascenso

Los resultados en casa influyen, y mucho. El desastre como local lleva a que los 12 puntos actuales en 11 jornadas (12º) sean el 4º peor arranque liguero desde el ascenso. Sólo es superado por tres cursos con una situación mucho más extrema que la de ahora y con unas plantillas sensiblemente inferiores: la 14-15 (9 puntos, 15º) que provocó la destitución de Arrasate en la jornada 10, la 15-16 (9 puntos, 16º) que provocó el cese de Moyes tras la jornada 11, y la 11-12 (8 puntos, 20º) con Montanier, que no acabó en cese porque el único objetivo era la permanencia y era un nuevo proyecto. La de esta temporada es la peor con diferencia de un Imanol que tiene registrados los cinco mejores arranques desde el ascenso.

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