Una nueva edición de ‘Relats Solidaris de L’Esport’ tuvo su estreno en Girona de la mano de un padrino muy especial, Cristhian Stuani. El charrúa fue arropado por más de un centenar de personas en un evento de celebración por el libro que recauda fondos para la Fundación de Oncología Infantil Enriqueta Villavecchia, que trabaja para mejorar la calidad de vida de los niños enfermos de cáncer u otras enfermedades graves, así como a sus famílias. Desde su creación se han recaudado más de un millón de euros y se ha ayudado a más de 5.000 familias.

La cena de gala, ubicada en la Finca Mas Batlle, albergó momentos muy emotivos, desde los creadores de la propia Fundación hasta el recorrido que ha hecho Cristhian Stuani para involucrarse por la causa. Los discursos, la música y los vídeos para concienciar de las grandes labores por la causa no faltaron durante la noche.

Pero el gran protagonista fue él, el charrúa, quien aprovechó para hablar de un día especial y diferente en su currículum. “Es una iniciativa que me gustó desde el primer momento y ha día de hoy puedo decir que lo he disfrutado porque es algo muy bonito, muy especial y muy humano, ayudar siempre es bueno. Es un orgullo que la fundación haya venido a Girona por primera vez, estoy orgulloso e ilusionado porque se ha vivido algo muy emotivo”, inició el capitán del Girona.

Aunque hablando de emociones, el charrúa las siente cada semana desde que le toca calentar para saltar al campo. En la última cita frente al Athletic sintió que marcaría el gol de la victoria mientras la gente pedía a gritos su entrada en el césped. “La sensación que tuve el otro día fue magnífica, la gente no me deja de sorprender y creo que tenemos una conexión especial”, celebró, destacando el final feliz en un partido donde hubo de todo y del que pudieron disfrutar los tres puntos. La afición tuvo razón en el cambio. “A la gente solo puedo decirles que les tengo un cariño increíble y que poder seguir ayudando a día de hoy sigue siendo un orgullo, por lo que le doy el valor que requiere”, celebró.

Sus actuaciones, inmerso en su nuevo rol, parten desde el banquillo. “Estoy disfrutando, así me lo tomo”, confesó optimista el uruguayo, añadiendo el trabajo que realiza a diario para convencer al míster, sea para diez, veinte o treinta minutos. “Intento aprovechar al máximo las oportunidades y creo que hay Stuani para rato”, añadió.

Desde la pasada temporada, Cristhian ejerce la capitanía de otro modo. “Es cierto que siempre había jugado de titular, pero hace tiempo que ya llevo asimilando esta situación e intento llevarlo de la mejor manera, ya lo hablamos con el míster en su momento”, contó. Se toma cada minuto como si fuera el último, por eso le es tan gratificante seguir marcando goles.

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Marcar el primer gol en la Champions hubiese sido algo mágico. “El destino lo marca todo, pero siempre estaré agradecido a Míchel por el gesto que tuvo conmigo. Estoy tranquilo conmigo mismo porque sé que esa oportunidad me llegó por todo lo que me he esforzado en este club, por eso consideré el premio justo”, confesó el atacante, asegurando que disfrutó del momento al máximo y fue una de las cosas más bonitas que vivió con el club.

Esta a pocos días de cumplir 38 años, aunque no se imaginó llegar a esta edad a este nivel. “Para nada lo pensaba. Haber podido llegar a este momento en mi carrera en las condiciones en las que estoy y con la trayectoria que llevo, para mí, es un orgullo”, reconoció. Mientras se encuentre bien y sienta que puede aportar, seguirá disfrutando y espera que la gente así lo disfrute recíprocamente.