El belga Erik Lambrechts estuvo bien situado y pitó nueve faltas al Barça por 10 al Young Boys con un criterio uniforme. Acertó en el minuto 42 al no castigar con penalti la caída de Lewandowski en un lance con Camara y anuló correctamente el gol de este en el 91’ por fuera de juego previo gracias al ‘offside’ semiautomático del VAR, controlado por el neerlandés Rob Dieperink. 

Sin situaciones conflictivas y aplicando arbitraje preventivo, tuvo siempre el control del encuentro. Amonestó merecidamente a Colley y Ugrinic, ambos por sendas acciones sobre Lamine Yamal. No hubo más acciones conflictivas para que interviniera el videoarbitraje.

En definitiva, a pesar de ser un partido de Champions League, el claro resultado desde el principio a favor del Barcelona facilitó el arbitraje de Erik Lambrechts, que adaptándose perfectamente al desarrollo del mismo, realizó un buen arbitraje pasando desapercibido.