El equipo arbitral formado por Mateo Busquets Ferrer, colegiado del Comité Balear que dirigió desde el césped del Metropolitano este fin de semana el derbi madrileño entre el Atlético y el Real Madrid, auxiliado en el VAR por el gallego Javier Iglesias Villanueva, cambió el color de sus tarjetas de un domingo a otro. El pasado 22 de septiembre, en La Cerámica y durante el partido de Liga que disputaron Villarreal y FC Barcelona, decidió castigar con tarjeta amarilla una dura entrada de Sergi Cardona a Lamine Yamal, sin que el encargado de revisar la jugada por monitor le avisara de que la acción merecía una tarjeta roja directa y, por tanto, la expulsión del infractor. En siete  días, los mismos protagonistas actuaron de distinta manera durante el partido entre Atlético y Real, cuando una entrada irreglamentaria por detrás de Marcos Llorente a Fran García sí significó la expulsión directa del futbolista rojiblanco.

En realidad, fue Iglesias Villanueva, responsable de la revisión arbitral desde la sala VOR, quien varió su forma de actuar, ya que en el campo Busquets Ferrer había resuelto la acción mostrando una tarjeta amarilla al jugador colchonero. 

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Cuatro días después del Villarreal-Barça, el pasado jueves, el Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) designó al mismo equipo arbitral para el Atlético-Real Madrid. Una jornada de Liga después, con siete días de diferencia, actuó de distinta manera para castigar entradas irreglamentarias desmedidas.

Para Busquets Ferrer, en su segunda temporada en la máxima categoría, fue el primer derbi madrileño de su carrera, en lo que fue el partido estelar de la 8ª jornada de la Liga 2024-25, que acabó 1-1 en el marcador después de que el VAR de Iglesias Villanueva avisara a Busquets Ferrer de que se había equivocado al ver fuera de juego en la jugada de un gol inicialmente anulado al colchonero Ángel Correa.