Vinicius pudo pisar el verde del Cívitas Metropolitano para jugar un derbi en el que saltaron chispas en la grada, gracias a un ‘billete regalo’ después de que en la anterior jornada se jugara la expulsión con una desquiciada y protestona actuación ante el Alavés en el Santiago Bernabéu.

El atacante brasileño acaparó todos los focos en territorio del archirrival deportivo del Real Madrid. Antes del partido, en los aledaños del Metropolitano, hubo paz en líneas generales. Tan sólo un grupo de aficionados colchoneros le dedicó un cántico a Vini: “¡Es diferente, Vinicius es diferente!”, gritaron. Tampoco se vieron fuera del estadio las mascarillas que durante los últimos días, a través de las redes sociales, algunos animaron a llevar al Metropolitano para insultar a los jugadores blancos, en especial a Vinicius, con el fin de no ser identificados.

El gran favorito para ganar el Balón de Oro 2024 estuvo rodeado de un ambiente muy hostil. El ‘7’ merengue se llevó la mayor bronca de la grada al recitarse las alineaciones por megafonía. También hubo pitada monumental para Thibaut Courtois, ex meta del Atlético. Tras el 0-1 de Militao hubo lanzamiento de objetos desde uno de los fondos sobre el belga, que llegó a mostrar al árbitro un mechero que no hizo ‘diana’ en su espigado cuerpo.

El balear Mateo Busquets Ferrer, siguiendo el protocolo de LaLiga, paró inmediatamente el choque en el 67’ y mandó a ambos equipos a los vestuarios a la espera de que se aplacaran los ánimos de la encendida grada. Simeone tuvo que pedir calma al sector de los ultras, algunos de ellos encapuchados para no ser descubiertos por las cámaras. Su deplorable comportamiento fue reprobado por el resto del Metropolitano, donde se vivió un episodio vergonzoso para el Atlético y el fútbol español. El derbi pudo reanudarse tras 16 minutos de bochorno mundial.

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De ahí hasta el final no arreció la pitada sobre Courtois y Vinicius, que en la primera mitad había mostrado una actitud amistosa en el campo con Le Normand y Griezmann, a los que abrazó de forma cariñosa. Después del escandaloso parón y con el Madrid mandando en el marcador volvió la imagen provocadora de Vini con gestos hacia una grada muy caliente y discusiones con rivales. Ancelotti le sustituyó por Endrick para evitar echar más leña al fuego en un Metropolitano que se aplacó con el empate con suspense de Correa en la prolongación (95′).