En un buen encuentro de fútbol, intenso y emocionante, el balear Cuadra Fernández, bien posicionado, aplicando correctamente la ventaja y dejando jugar mucho, consiguió dar un alto ritmo al juego.

Tuvo en líneas generales un criterio sancionador uniforme hasta que en el minuto 28 dejó sin castigar un claro pisotón de Lucas Torró sobre Pau Víctor, siendo la jugada previa al gol de Bryan Zaragoza, perdonando la tarjeta al jugador rojillo. Y acertando al sancionar con penalti el derribo de Sergi Domínguez sobre Budimir.

Teniendo el control del partido y permitiendo muchos contactos que derivaron en muchas caidas, amonestó correctamente a Pablo Ibáñez, Bryan Zaragoza, Sergi Domínguez y Pedri González.

El VAR de Pizarro Gómez debería haber invitado al árbitro a revisar la jugada previa al gol de Bryan Zaragoza.

En El Sadar, Cuadra Fernández no tuvo dificultades para dirigir el partido, aunque se le puede recriminar un claro error al no haber visto la falta previa al 2-0 de Osasuna, empañando así su arbitraje.