Vinicius Jr se mofó del cuarto árbitro durante el partido ante el Alavés, cuando se percató que añadía seis minutos de juego. El Real Madrid acababa de encajar el 3-2 y los jugadores ansiaban el final del partido en aquel momento. La burla del delantero brasileño no acabó ahí. Continuó su camino al banquillo gritando «¡Está loco, está loco!», mientras Chendo lo agarraba del brazo y tiraba de él para que abandonara el terreno de juego, sabedor de que otra tarjeta amarilla le privaría de jugar el derbi ante el Atlético de Madrid el próximo domingo. 

El lamentable suceso ocurrió en el minuto 89, cuando Ancelotti decidió sustituirle. Se retiraba del campo camino del banquillo y fue entonces cuando vio que el cuarto árbitro enseñaba el cartel de los 6 minutos de prolongación, con el juego parado y con todas las cámaras de televisión enfocándolo. Echó entonces a reír de forma ostentosa y con evidentes signos de burla. La evidente desconsideración no fue sancionada ni recogida en el acta. Vinicius se marchó de rositas y podrá disputar el partido del Metropolitano sin problema.

Peor suerte corrió el delantero del Barça Lewandowski en noviembre de 2022. El delantero polaco fue sancionado por el Comité de Competición con un total de tres partidos, uno por la expulsión por doble amarilla y dos por «menosprecio o desconsideración» al árbitro, Gil Manzano, cuando marchándose hacia el túnel de vestuarios hizo un gesto tocándose la nariz.

Lewandowski se perdió entonces los partidos de Liga contra el Atlético de Madrid en el Civitas Metropolitano, el duelo en casa contra el Getafe y el desplazamiento a Girona. Pudo jugar el derbi contra el Español porque presentó un recurso que, aunque no prosperaría, le otorgó la cautelar.

Lo que parece claro es que es «desconsideración o menosprecio al árbitro» hacer un gesto tocándote la nariz (tras ser expulsado) pero no lo es reírse a la cara del colegiado en tono despectivo gritándole que está loco. 

Lee también