La caza de jóvenes talentos en el fútbol moderno es algo casi decisivo, ya no solo a nivel de soporte económico, sino en el apartado deportivo. Lamine Yamal con 17 años, se ha convertido en el mayor exponente de que la juventud es solo un número y que la experiencia, aunque es importante, queda delante cuando hay un talento tan deslumbrante.

Uno de los equipos que se ha convertido en experto en esta materia es sin lugar a dudas el Borussia Dortmund. No por generarlo en su propia cantera, que también ha dado buenos futbolistas, sino por el acierto de Hans-Joachim Watzke, su director general, que ha creado un equipo estelar y una red de ojeadores que tiene un ojo clínico para conseguir los jugadores más talentosos a un precio irrisorio para luego venderlos.

Solo hay que recordar que en las últimas fechas han salido del Signal Iduna Park unos tal Erling Haaland o Jude Bellingham, ahora mejores jugadores del mundo, pero no es algo casual. Han pasado por allí Robert Lewandowski, Marco Reus, Mario Götze, Matts Hummels, Ousmane Dembélé o incluso Niklas Füllkurg, un outsider que rindió de película.

Ahora, parece que el siguiente mirlo blanco es Jamie Bynoe-Gittens, que ya empezó a ser más importante en la pasada temporada, después de haber seguido en 2020 los pasos de Jadon Sancho, con el que combinó titularidad en el tramo final del curso anterior, y aterrizó tras salir de la cantera del Manchester City a coste cero. Se pudo ver a un extremo potente, de capacidad individual, pero con cierta irregularidad en su toma de decisiones propia de un chaval de 20 años que recién se estrenaba en el fútbol de élite.

Unas condiciones que, tras este verano, parecen haber explotado, mientras que por contra está más acertado en sus acciones. Su carta de presentación fue inmejorable, con dos tantos en el triunfo de un Dortmund que como el año pasado no parece que opte a conquistarla, pero se acabó colando en la final. Con 4 goles en 5 partidos, si la temporada sigue el mismo curso, en la dirección deportiva del Dortmund seguro que se frotarán las manos con las ofertas que llamarán a su puerta