Sin poder alinear al artífice del único triunfo que alumbra a los andaluces, Jesús Navas, un jugador que lucha con los dolores que le producen una lesión crónica de cadera, el equipo sevillista vuelve otra vez a las andadas mostrando una imagen muy triste ante un rival que lo superó de cabo a rabo desde el inicio del partido.

Poco más de un cuarto de hora tardó el Alavés en adelantarse, en una desconcentración en un saque de banda tras el que la pifió Nyland en un remate de Carlos Vicente. Una muestra de lo que es este Sevilla, que pudo recibir el segundo en otro fallo defensivo, pero el remate a gol de Stoichkov, a placer y sin marca ante la pasividad de Nianzou, fue anulado por fuera de juego.

Galería

Pero no iba a haber que esperar más. Saúl tuvo la única del Sevilla en todo el partido, en el que Iheanacho, que salió por el lesionado Isaac, sonroja a una afición que (parece mentira) echa de menos a En-Nesyri. Carlos Martín hizo el 2-0 a la hora de juego a la jugada siguiente y Stoichkov pudo hacer el tercero. A posteriori, en el 83′, Lukebakio conectó un potente zurdazo para superar a Sivera y tener la oportunidad de buscar el empate en el tramo final, pero fue solo un espejismo y el Sevilla no pudo evitar una dolorosa derrota. El conjunto de Nervión sufre la peor crisis del siglo XXI reflejada en el plano deportivo, pero que tiene su génesis en una gestión deplorable que ha dinamitado lo que era un equipo de respetado en Europa.