0-2 y el FC Barcelona se podía ir al descanso con una ventaja muy ventajosa en Montilivi, pero en el minuto 44′ Iñigo Martínez salta con los brazos abiertos y comete mano tras el remate de cabeza de Bryan Gil, o al menos eso fue lo que pensó. El balón vino rebotado de Balde, por lo que el posible penalti debía ser anulada, así fue.

Lee también

Con Abel Ruíz ya preparado para lanzar la pena máxima, el árbitro del VAR Valentín Pizarro Gómez avisa a Muñiz Ruiz que la jugada viene rebotada por un compañero: «Alejandro mira te voy a recomendar una revisión para que veas que la mano de Iñigo Martínez viene de su compañero Balde». «Vale la mano está abierta pero viene de Balde«, reaccionaba el árbitro de campo, dirigiéndose a la pantalla que hay cerca de los banquillos.

«El balón le da en la mano. Mano abierta, mano punible, pero viene de su compañero», respondía el colegiado madrileño para asegurarse de que el primer árbitro había entendido cómo se había dado la acción y qué era lo que debía mirar. «Le abrimos con esta y luego le vamos a enseñar esta y ya lo que él pida, porque el resto van barridas, pero aquí es claro». Dialogaba Valentín Pizarro mientras que el gallego corría a la venda a visionar la jugada específica. 

«El brazo está muy abierto», reafirmando que la mano sería merecedora de sancionarse como penalti, pero por otro lado corroboraba la versión que le llegaba desde la sala VOR: «Vale correcto, dame en otra dirección pero sí que se ve claro», pero viendo la claridad de la acción: «No necesito más, lo veo claro. Brazo abierto, despeje de compañero hacia la mano a la altura del hombro. Perfecto anulo el penalti».