El ex prospecto de Dodgers, Miguel Vargas, no pudo tener peor seguimiento con su nuevo equipo, los White Sox, y es que desde que fue transferido en la fecha límite de cambios de MLB, su sentir al respeto ha sido más que visible. Sellando con una vergonzosa jugada como la cereza del pastel.

Si bien, no es secreto que los White Sox están en, tal vez, su peor temporada en la historia, donde han superado algunos récords y no de los positivos. Y cuando esperas que ya no habrá algo peor que puedan hacer, pues resulta que sí se puede.

Los Orioles de Baltimore defendieron su casa contra Chicago y vaya que les dejaron claro quien manda. Una pizarra de 9-0 sumó una derrota más al extenso número negativo. Sin embargo, fue la jugada en la segunda entrada, la cuál causó emociones en los fanáticos, pero no las adecuadas.

Con las bases llenas y dos outs en la parte baja del segundo capítulo, con los Orioles ya adelante 4-0. El bateador Eloy Jiménez, alguna vez un pilar del futuro de los Medias Blancas, apareció al plato para enfrentar a su ex equipo, pegando un elevado fácil al jardin izquierdo.

Pero no hay que subestimar a los White Sox, quienes pueden desperdiciar hasta uno de los elevados más sencillos. Y mientras corrían a tomar la bola, la falta de comunicación fue más que evidente, pues luego de perder la pelota fuera de sus guantes, Benintendi y Vargas chocaron fuertemente.

El locutor Kevin Brown, dijo apenas vio la situación «Oh, Dios mío, los White Sox se han convertido en los White Sox». Vargas permaneció en el juego a pesar de estar claramente afectado, pero luego salió con un ojo morado. Los White Sox anunciaron que se fue con una abrasión en el ojo derecho y que lo estaban evaluando más a fondo.

La lesión de Vargas es especialmente mala porque fue uno de los jugadores jóvenes adquiridos en la fecha límite de cambios de la MLB, cuando los White Sox decidieron empeorar aún más este año para brindar más esperanza para el futuro. Ese movimiento sacó a Vargas de los Dodgers de Los Ángeles, actuales dueños del mejor récord en la MLB, y lo colocó en Chicago, donde llegó al martes bateando .122/.240/.195 en 25 juegos.

Chicago, que ya ha despedido al manager Pedro Grifol, ha sido eliminado de la postemporada de la MLB antes que cualquier otro equipo en la historia y ha establecido un récord de equipo de derrotas en una temporada, todavía tiene mucho movimiento que hacer en los libros de historia.